Cuentos de barro
📅 20/12/2021 📁 Cuentos
Dientes brillantes
Cuando la vi por primera vez me impactó su rigidez, le costaba mucho sonreír, además, era dueña de una verborragia que luego de un rato aturdía. Danzamos, como siempre lo hacíamos, la dureza en sus articulaciones y el agarrotamiento en sus músculos permitían ver que buscaba redimirse, solo ella sabía por qué o de qué. No nos pareció extraño porque todas en ese lugar buscábamos lo mismo. Entre danzas, charlas y risas llegó el día en que pasamos a sentirla cercana. Ese día nos develó algunas de sus sombras, una a una las dejo caer. Jamás la había visto así, la rigidez ya no estaba y le comenzaban a caer lágrimas, lloró por un largo tiempo. Cuando estuvo más tranquila nos dijo que tenía por costumbre obsequiarles apodos a las personas queridas intentando destacar con ellos sus virtudes. Esta es mi forma de agradecer el cariño que me brindan, dijo, y nos sorprendió con los nuestros, a mí me llamó: «Dientes Brillantes» porque, según ella, siempre estaba sonriendo. Nunca nadie me había hecho un regalo tan profundo y genuino, se lo agradecí.
A la mañana siguiente nos desconcertó la noticia de su muerte, sin embargo, en ese momento sentí que ella en algún lugar estaba danzando en paz. La despedí haciéndole honor a mi apodo y le regalé una enorme sonrisa al cielo.
Gabriela Motta
20/12/21
Montevideo
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